DÍA 21CABEZA
SEÑORÍA LABORDETA, de Daniel Viñuales, Carlos Azagra y Encarna Revuelta. GP EDICIONES (2020)
La vida de buena parte de los integrantes del santoral cristiano está compuesta por episodios realmente fascinantes, siendo especialmente destacados por su imaginería, truculencia o puesta en escena aquellos epígrafes que relatan el momento del martirio.
San Lamberto de Zaragoza, sin ir más lejos, es uno de esos santos que recuerdas por lo peculiar de la historia de su martirio. Cuenta la tradición cristiana que este labrador zaragozano siervo de un “infiel”, no quiso renunciar a su fe. ¿Qué castigo le infringió su amo? Le cortó la cabeza. A lo que San Lamberto, ni corto ni perezoso, tomó la cabeza en sus manos y se fue andando un buen trecho hasta donde se hallaban enterrados los mártires de Zaragoza, pues su intención era reposar allí.
Una de las figuras aragonesas más queridas dentro y fuera de Aragón le dedicó en 1976 la canción “Parábola al modo Brechtiano: el milagro de Lamberto” con unos versos algo socarrones y un trasfondo antiimperialista que hacían referencia a otra versión de la pérdida de cabeza del Santo (en la que el labrador Lamberto se enfrenta a la legión romana porque no le dejan pasar a sus tierras; y ante su obstinación, deciden cortarle la cabeza), aunque con el mismo desplazamiento cabeza en brazos. Esa gran persona y personaje, no es otro que José Antonio Labordeta, cantautor, escritor, profesor, político (diputado en el Congreso por Chunta Aragonesista) y, sobre todo, amantísimo del territorio y las gentes de su Aragón, que muchos de fuera de nuestra comunidad recordarán mochila en ristre por aquel programa de televisión o por una expresión que espontáneamente lanzó en unas de sus intervenciones en el Congreso.
Cuando se cumple el décimo aniversario de su fallecimiento GP ediciones y la Fundación José Antonio Labordeta publican SEÑORÍA LABORDETA, un tebeo de Daniel Viñuales, Carlos Azagra y Encarna Revuelta, basado en el libro de José Antonio Labordeta Memorias de un Beduino en el Congreso de los Diputados, en el que se recogen anécdotas del paso de Labordeta por el Congreso de los Diputados entre los años 2000 y 2008. Junto a TeBeO Labordeta (publicado en 2018) conforma un magnífico díptico en torno a la figura de uno de nuestros aragoneses más ilustres. Y siguiendo la estela de ese, San Lamberto y otros célebres del panteón aragonés hacen acto de presencia en sus viñetas a modo de conductores de lo que se nos va a contar.
Esta suerte de biografía novelada de Labordeta nos ofrece también un interesante vistazo al momento social y político que vivió nuestro país en esa primera década del siglo XXI. A mi juicio, uno de los aspectos más destacables del tebeo es la forma en que abre las puertas de una institución como es el Congreso de los Diputados y muestra el trabajo diario que se lleva a cabo en sus pasillos y despachos. Lo hace desde el reconocimiento y el humor y, además, de forma muy amena y entretenida, confirmando aquello de que una trama de despachos bien urdida resulta atractiva para el lector gracias a la manera de definir, secuenciar e integrar la acción y los intríngulis. Viñuales, responsable del guion, junto a Azagra y Revuelta, al dibujo y al color respectivamente, han sabido plasmar con gran acierto y humanidad la esencia de una persona, el retrato de un país y los engranajes del órgano constitucional. El dibujo del que fuera alumno del “abuelo” se me antoja perfecto para inmortalizar en el noveno arte a José Antonio Labordeta y su legado.
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