DÍA 20
MUEBLE
MALDITA CASA ENCANTADA, de Artur Laperla. SAPRISTI, 2019
Seamos sinceros. En una casa encantada, lo último que andas mirando son los muebles con que se decoran las diferentes estancias. Y si fijamos nuestra atención en ellos, es porque estamos convencidos de que ese mueble en concreto está allí por una razón que en breve descubriremos y que seguro que no nos va a gustar. En una casa encantada, solemos estar más pendientes de intentar que no nos pillen desprevenidos las diferentes maldiciones activas en las distintas estancias o los seres sobrenaturales que habitan sus muros, que como muy bien hemos aprendido de la literatura y del cine, existe bastante extenso.
Maldita casa encantada (Sapristi) es un tebeo de terror que tiene como escenario una inquietante mansión. Si Angélica se adentra en ella no es por ningún tipo de apuesta o porque quiera hacerse con algún elemento de su mobiliario para incorporarlo a su propio hogar. Peluche, su fiero perrito, ha decidido meterse en ella. Así que si quiere recuperar a su mascota, no le quedará otra que adentrarse en esa abandonada y supuestamente encantada casa.
El responsable de amueblar esa casa con los tintes más espeluznantes es el polifacético Artur Laperla. En su trayectoria en el noveno arte se puede encontrar un amplísimo espectro de historias y creaciones dispares y variopintas que van desde Super Patata (línea Mamut de Bang ediciones) uno de los éxitos más indiscutibles del tebeo español de la última década, protagonista de una serie que cuenta con legiones de seguidores y 10 títulos; hasta Melvin (Bang ediciones) el personaje con más sex appeal que puede encontrarse en las baldas de cualquier librerías de cómic.
Laperla nos propone en este tebeo un juego que requiere de la participación directa del lector. Los mayores del lugar reconocemos enseguida que lo que tenemos entre manos es un “elige tu propia aventura” en viñetas. Así, a través de nuestras decisiones seremos los responsables de lo que les suceda a Angélica y a Peluche en el interior de esa casa encantada y de cómo se sucede la narración condicionando con nuestras elecciones el transcurso de la trama. De esta forma, no tenemos una única historieta, sino que podemos armar hasta trece finales diferentes para Angélica y Peluche. Y en ninguno de ellos faltan el humor o esos elementos perturbadores que construyen el ambiente del relato. Un singular entretenimiento en viñetas que, por su planteamiento y factura, puede dirigirse tanto para chavales y como para adultos.
¡Qué tendrán las casas encantadas que resultan tan magnéticas y atractivas!
Comentarios
Publicar un comentario